Fragmentos de una entrevista al economista frances Jean Paul Fitoussi por Telma Luzzani, tomada de Clarín.
"Estamos ante una importante demostración de los latinoamericanos de su gran deseo de ser soberanos. Pero fuera de Venezuela, nada indica que estos cambios conduzcan a una revolución socialista. Mire Brasil: el actual gobierno de centroizquierda no sólo juega las reglas de la globalización sino que es todavía más pro mercado que su antecesor. O Argentina que, dicho sea de paso, tiene un mejor crecimiento que Brasil. (...)
—¿Es una reacción de las mayorías por los golpes sufridos con la política neoliberal de los 90?
—Las razones tienen raíces profundas en el pasado, sobre todo, en dos aspectos: el constante fracaso de los gobiernos en mejorar las condiciones de los ciudadanos y las brutales reformas aplicadas para adoptar la economía del mercado de una manera totalmente dogmática. Acá no hubo un proceso político sino doctrinario.
—¿Por eso la mayoría de estos nuevos gobiernos empezó revisando el pasado y cambiándolo, por ejemplo, renacionalizando lo privatizado?
—Veo a una América latina mucho más pragmática. Creo que al haberse podido liberar de esas actitudes doctrinarias, fueron adquiriendo una visión más realista. Empezaron a optar, a ver qué sector es mejor que esté privatizado y cuál no. Yo no veo que se esté aplicando el dogma de la renacionalización. Sí que se corrige lo que fue un error privatizar. Eso es una buena democracia: la que es capaz de autocorregirse.
—¿Podría explicar mejor eso?
—La democracia funciona por ensayo y error. Es una institución que se autocorrige. Por eso no hay ninguna posibilidad de que en una democracia las cosas vayan eternamente mal porque se cambia de gobierno y listo. En cambio con una doctrina las cosas sí pueden ir eternamente mal. ¿Por qué? Ustedes aplicaron el Consenso de Washington y las cosas iban mal. La típica respuesta de los defensores de esa políti ca es que las cosas iban mal porque la doctrina no había sido suficientemente aplicada. El dogma es así: nunca quiere cambiar, quiere siempre más de lo mismo. Por eso digo que América latina está yendo hacia una buena democracia.
—Hoy hay siete países de centroizquierda. ¿No cree que Estados Unidos, como sucedió en el pasado, busque interrumpir este proceso?
— Washington usa un montón de retórica pero tiene claro que no está en capacidad de parar este proceso. América latina es una región muy poderosa.
(...)
—Usted ha dicho que el mundo cambió radicalmente ¿También está cambiando el tipo de globalización?
—Hay que diferenciar la retórica de la globalización de la realidad. Según la retórica estamos viviendo bajo el poder del mercado y nuestra única ley es la competitividad. Pero la realidad nos muestra un mundo dividido en Estados-naciones a los que el mercado no pudo hacer desaparecer. Entonces resulta que el mercado no era tan poderoso como decían. ¿Y cuál es la principal función del Estado nación? Proteger a su población. Entonces si uno mira atentamente ve que, en la actualidad, los Estado-nación están más fuertes que nunca. (...)
domingo, abril 15, 2007
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