viernes, febrero 10, 2006

¿Paranoia o prudencia?

Para quien haya leído algo de Historia "tangencial" o No-Oficial, sabrá que las conspiraciones y complots para bajarse gobiernos y regímenes incómodos a los EEUU o los interese occidentales no son paranoias gratuitas. Los golpes de estado auspiciados por la CIA en Latinoamérica o -más frontalmente- las invasiones apantalladas por la Guerra Fría, "la guerra contra el narcotráfico" o la nueva Guerra Contra El Terror son parte de una realidad frecuente en la historia de nuestros países.
No se trata de decir "los malos nos van a invadir/sabotear". Los países imperialistas siempre defienden sus intereses, incluso sobre las teóricas soberanías nacionales. Algún neoliberal vargasllosiano pondrá una sonrisita condescendiente y murmurará sobre nuestras "paranoias tercermundistas", pero bastaría con hojear el libro El Miedo a la Democracia de Chomsky (si, de nuevo) para tener datos, fechas y motivo contundentes sobre las brutales intervenciones de las potencias líderes del tercer mundo. ¿Un panorama sombrío?

Evo Morales denuncia un complot en su contra
Implica a compañías transnacionales en la conspiración

LA PAZ (AP).— El presidente Evo Morales denunció una conspiración en su contra de algunas “transnacionales” a las que no identificó y llamó a los sectores sociales que apoyaron su elección a movilizarse para defender los cambios que inició su gobierno, según informes de prensa del martes.

“Ya hay algunas conspiraciones de algunas transnacionales. Ya tuvimos reuniones con el alto mando militar en las que nos daban información de cómo están preparando eso”, dijo el mandatario el lunes por la tarde durante una reunión con dirigentes campesinos de La Paz, informó el diario La Prensa.

Llamó a la unidad de los sectores sociales porque “los oligarcas quieren hacer daño al gobierno del hermano Evo Morales”. “Hay que movilizarse contra los que quieren hacer daño porque van a presionar las petroleras, los gringos”, dijo.

1 comentario:

Unknown dijo...

Creo que lo sospechoso es hablar así en abstracto, de "las transnacionales", "los gringos", como queriendo alimentar un sentimiento vago de rechazo en vez de acciones concretas contra conspiraciones concretas. A Chomsk le creemos porque nos da datos. Tal empresa, tal gobierno, tal año. Lo otro me recuerda a la pésima costumbre política del "no voy a dar nombres". No digo que no existan esas conspiraciones que dice Evo, sino que, si las hay, esa actitud no sería la mejor.