jueves, diciembre 29, 2005
Es muy fácil regalar la plata de otro
Eso es lo que dijo José Dasso, el presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales del Perú (CONFIEP) refiriéndose al aumento de 40 soles en la Remuneración Mínima Vital por parte del gobierno.
También dijo "los aumentos salariales deben ser ganados, no otorgados por el gobierno".
Es decir, este señor cree que pagarles a los trabajadores por su trabajo es un regalo.
Que el hecho de que una empresa genere plata no tiene por qué significar que esa plata vaya a sus trabajadores, que son quienes la han hecho funcionar. Si es MI empresa, es MI plata, dice.
Que no existe tal cosa como el derecho a recibir un salario justo y por lo tanto el gobierno no tiene por qué meterse en el tema.
No me imagino cuál es el mecanismo por el que el señor Dasso espera que sus trabajadores se "ganen" un aumento salarial. Quizás algún sistema innovador como que el trabajador le entregue a su hijo mayor o le permita pasar la primera noche con su esposa.
Volviendo al siglo XXI, se pueden decir -y se están diciendo- muchas cosas sobre ese aumento. Por ejemplo, que ese salario mínimo sigue siendo menos de la mitad de lo que necesita una familia para subsistir. O, por el otro lado, que las pequeñas empresas igual no son suficientemente rentables como para pagarles esa cantidad a sus trabajadores... En realidad los mayores problemas del trabajo y la pobreza en el Perú no parecen pasar mucho por el monto del salario mínimo. Pero sí pasan por la mentalidad de empresarios incapaces de aceptar derechos ajenos y redistribuir riqueza.
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1 comentario:
Es sin duda lamentable que en pleno siglo XXI el empresario siga viendo como gasto el pago a sus trabajadores y no como inversión para su propia ganancia.
Si por el empresario fuera (digo, por la gran mayoría) desearían que vuelva la esclavitud para no tener que pagar a nadie y verlos morir trabajando en sus fábricas en beneficio de sus dueños.
Sobre el aumento, es más que vergonzoso un monto como el de 1 sol 20 al día, es decir, 40 nuevos soles mensuales. Miembtras que siempre se habla de productividad, las empresas nocreen que dicha productividad deba ser repartida con equidad por todos.
Durante este año, la productividad de las empresas han crecido aproximadamente un 40% y sin embargo ello no se ha reflejado en un aumento de sueldos. Simplemente es la ley del embudo, lo ancho para los dueños y lo angosto para sus trabajadores.
Para colmo, ellos esperan que el trabajador les agradezca infinitamente la "bondad" de tenerlo en su empresa, de hacerlo trabajar 12 horas al día por 460 nuevos soles, por darle un panetón sin marca y un espumante lafourie cada navidad, por no pagar sus derechos sociales, por no tenerlo en planilla, por obligarlo arebajarse el mismo, no sólo de sueldo sino en su dignidad.
El empresario y el gobierno dicen: "pero si no ha habido inflación en estos años", claro, ellos no recuerdad que el precio de la gasolina de 97 en el 2002 era de aproximadamente 8.40 nuevos soles el galón. Hoy, en el 2005 está bordeando los 15 nuevos soles. Pero para ellos el país no ha tenido inflación, porque así lo indican las cifras macroeconómicas. Y es tan maravilloso este país para los empresarios que con orgullo dicen: el PBI ha aumentado en estos años cointinuamente. Pero no dicen que el departamento que ha visto crecer más su PBI es Cajamarca, el cual cuenta con el PBI más alto del país y sin embargo es el departamento con el mayor índice de pobreza, luego de Huancavelica.
Para los empresarios y economistas de turno el país es como una mesa en donde están sentadas nueve personas y en donde hay nueve pollos. Ellos dicen: Según las cifras macroeconómicas, hay un pollo para cada habitante. Lo que no dicen es que los nueve pollos les pertenece a una sóla persona.
Amigos, las cosas cambian porque las hacemos cambiar, no por obra divina ni norma alguna.
Cambiemos la realidad, organicemonos.
Dimitri Senmache
CEDDH - Perú
http:ceddhperu.blogspot.com
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