Días antes, el presidente de Devida, Nils Ericsson, publicó una columna en la que afirma que la despenalización del cultivo de la hoja de coca es una propuesta poco viable. (...) Pero en el Perú nunca ha existido una política seria y consistente de industrialización y exportación de la hoja de coca como para afirmar que es inviable. El problema es que esta opción no calza con la política antidrogas estadounidense, que ha fracasado y ha sido ampliamente cuestionada.
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Hay iniciativas privadas que son muestra de que es posible un mayor desarrollo industrial y comercial de la hoja de coca. Incluso se ha propuesto utilizarla en los programas sociales para evitar la desnutrición infantil. Y felizmente Enaco está realizando esfuerzos para continuar su promoción incluso en el mercado internacional. Ya logró colocar mate de coca en Sudáfrica, país no suscrito al convenio que impide la comercialización de la hoja con todos sus alcaloides, posibilidad que solo tiene The Coca-Cola Company.
Comencemos por resaltar los beneficios de la hoja de coca y hagamos un intento serio por establecer una política para estimular su producción legal e industrialización. Después de ello, recién estaremos en capacidad de sacar conclusiones. Total, la estrategia aplicada en los últimos años viene fracasando continua y rotundamente.
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