(parte de una respuesta a este post del Morsa)
De poco sirven las prohibiciones y dificilmente funcionan. El tema sería -primero- que más gente reconozca el valor de la vida y lo inaceptable de la tortura. También sería un buen comienzo que medios de comunicación muy legitimados como Caretas y El Comercio dejaran de celebrar sin crítica alguna todo lo que pasa en Acho.
En mi opinión, más que eliminar las corridas de toros (que son parte importante de identidades culturales tanto de grupos señoriales como populares) quizá habría que apuntar a reformarlas eliminando los elementos de tortura, ensañamiento y muerte.
¿Es posible esto? En tanto colisione con esas identidades, no. Al respecto leer el final de Yawar Fiesta, de Arguedas, en donde los intentos de "civilizar" la corrida de toros por parte de los señores de Puquio fracasan ante el desborde de los indios durante la fiesta.
Los rasgos violentos de nuestra sociedad no son consecuencia de una práctica cruel con los animales sino con las personas (particularmente los niños). La primera no desaparecerá por decreto mientras no se solucione la segunda.
(la imagen de arriba es de un tal Picasso)
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