JULIO COTLER: A LA SOCIEDAD PERUANA LE FALTA RENOVACIÓN DE IDEAS
Si no hay instituciones, no hay clase intelectual
Muchos movimientos sociales no están articulados a un partido político. ¿No tienen conciencia de Estado?
–Lo que expresa es que usted tiene que hacer violencia para que le hagan caso. Luego, usted se despreocupa de los otros. Son reivindicaciones absolutamente corporativas. Al SUTEP qué le interesa lo de los algodoneros. El que puede, puede. Bloquea una carretera y el ministro le va a dar la razón. El mismo Kuczynski me lo ha dicho: los ministros funcionan en base al miedo. Por ejemplo, los líos que existen entre las comunidades y las mineras.
El argumento de los comuneros es que defienden su medio ambiente.
–Pero ellos también deberían saber de qué manera los que producen la cocaína contaminan la selva, los ríos. Los grandes contaminadores en el Perú son la gente de la coca. ¿Tienen idea de la cantidad de querosene que se vierte en los ríos de la selva o de papel higiénico que se echa en los riachuelos y que va bloqueando las centrales? Todavía la gente no toma conciencia de que dentro de diez años no habrá glaciares. ¿De dónde vendrá el agua cuando no haya nieve en Huancavelica y en Apurímac? La Cordillera Blanca está desapareciendo.
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¿Los gobiernos regionales no pueden revertir el abandono del Estado?
–No se puede descentralizar algo si no tiene un centro. Estamos hablando de que el Perú es un país descentrado, ¿no? Usted da una ley en Lima, pero no se cumple en Huachipa. Mesa Redonda es un ejemplo de que no hay Estado. Por ejemplo, lo de la coca. Cuando salieron los presidentes regionales de Cusco y Huánuco, yo pensé que iban a enviar al fiscal general para meterlos presos.
Tenemos un poder feudal de carácter patrimonial. La señora Templo es dueña de Huánuco. Miguel Ángel Mufarech tiene líos por límite ¡Es el colmo! Usted se encuentra con que Lima es una ciudad de 8 millones de habitantes y que tiene cuarenta municipalidades. ¿Conoce otro caso igual? Ésta es una ciudad que no se puede planificar.
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¿Y no pasa nada?
–¿Cómo que no? Valentín Paniagua creó el sistema anticorrupción. Eso es una minirrevolución. La Comisión de la Verdad y Reconciliación es una revolución. Los militares no se lo van a perdonar en la vida. Por primera vez en América Latina tres ex jefes de comandos conjuntos están en la cárcel. A pesar de todo. Es la historia en que aparecen individuos que se la juegan.
¿Por qué la clase intelectual está alejada de los intereses de la gente?
–Si usted no tiene instituciones, no puede hablar de clase intelectual. Si va a Francia, puede hablar de ello porque está la Escuela Normal, La Sorbona, y discuten entre ellas; hay revistas. ¿Cuál es la revista cultural aquí en el Perú? No hay una. Etiqueta Negra o Somos son pequeños mundos. Yo, que no soy literato, ¿cómo me entero de las cosas nuevas que hay en la literatura peruana? En México me encuentro con Letras Libres y Nexos, que tienen 50 mil ejemplares. Aquí no hay nada de eso. Las universidades públicas han entrado en un proceso de decadencia terrible.
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La desarticulación de la izquierda hoy, ¿tiene que ver con la participación de algunos cuadros en instancias de gobierno?
–Sí, pero yo parto de cosas más básicas. Si usted agarra a todos los grupos de izquierda, primero se da cuenta de que cada uno corresponde a una determinada estratificación social. Lo segundo es que esa izquierda ha dejado sus huellas muy fuertes en la actualidad. En las décadas de 1970 y 1980 era muy estratificada, y cada uno tuvo su propio comportamiento, su propia estrategia y táctica en relación no sólo de los no izquierdistas, sino dentro de sus organizaciones.
Es muy difícil que Javier Diez Canseco y Susana Villarán, que salen del mismo estrato social, se junten. Los grupos fueron muy cerrados, con lealtades muy fuertes, y han dejado mucha huella. Algunos grupos intermedios entraron a trabajar con Absalón Vásquez.
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Hay un cambio de época, un cambio histórico. La gente no lo quiere comprender. Antes teníamos sociedades estructuradas alrededor de las fábricas o de la universidad. Pero eso ya desapareció.
Ahora es mucho más importante un canal de televisión o las ONG. Hay dos ingredientes totalmente nuevos en el cuadro político: medios de comunicación y ONG. ¿Dónde están los cuadros técnico-políticos de los partidos? ¿Quién será el ministro de Economía si Alan García gana las elecciones?
4 comentarios:
Ahora estuve releyendo Clases, Estado y Nación. Es como si el problema en este país fuera la inexistencia de una clase social dirigente: ni una burguesía dirigente, ni un campesinado dirigente, ni nada.... Para darle una vuelta.
¿Y cómo se define una clase dirigente? Intuyo que tiene algo que ver con tener una visión de largo plazo, pero ¿qué más?
una clase que se piense a sí misma como dirigente, que quiera construir hegemonía, dominación, soberanía, cultura alta. eso no hay pues.
Es cierto. Yo creo que mirando un poco más atrás, el problema es la incapacidad de los pequeños grupos o individuos para hacer alianzas duraderas en base a objetivos comunes, metas de largo plazo, bienes mayores, etc. Por eso no hay clases con alguna conciencia de sí mismas. Es el sálvese quien pueda. Creo que a eso alude también el tio en la entrevista.
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