martes, julio 11, 2006

Derrame de petroleo en Cajamarca


Copio parte de un artículo publicado hoy por Herbert Mujica. Si los diarios no ponen estas cosas en primera plana, hagámoslo todos nosotros.

Cajamarca: ¡el desprecio por los de abajo!
Por: Herbert Mujica

Ni un diario limeño que se reputa nacional consignó una palabra; menos un medio televisivo y apenas una que otra crónica a la volanda de carácter radial, mereció el derrame de 3 mil galones de petróleo en el río Pabellón La Quinua a la altura del km. 50 de la Carretera de Cajamarca a Hualgayoc. Tampoco se ha dicho que la empresa infractora, Norte Medio SRL, transportaba combustible para la minera sudafricana Gold Fields y que el hecho ha generado la masiva intoxicación y muerte de miles de truchas y ha puesto en peligro la ingesta tradicional de los habitantes de la zona. ¡El desprecio por los de abajo no puede ser más perverso como inaceptable!

¿Ha hecho algo el ministerio de Energía y Minas? Nótese que Gold Fields ha reconocido el trágico accidente y se ha comprometido a limpiar la zona que se ubica en este paraje cajamarquino entre Pampa Larga y Quebrada Honda. Sin embargo, la noticia pasa desapercibida por la neumática adrede de silencio que se tiende respecto de esta clase de crímenes. ¿Con qué derecho, luego se preguntan porqué en Cajamarca se vota –y lo hacen con ira- contra el status quo que salvaguarda los abusos y robos de las empresas mineras y en cambio ignora todo lo que perjudica a los hombres y mujeres del lugar?

(...)

¡Ni una sola declaración política de protesta y demanda de explicaciones y requerimiento de satisfacciones efectivas y rapidísimas de ningún político nacional! ¿Cómo puede ocurrir esta aberración a vista y paciencia de todo el país? El envenenamiento más mínimo de cualquier parte del Perú, es un crimen contra toda la nación. No hay otra forma de comprender la defensa del medio ambiente. ¿Y las ONGs? ¿Han hecho ya patente su condena terminante? ¡No se oye padre! ¿O no hay quién pague algún comunicado meloso y apañador?

El atávico y condenable centralismo limeño ha engrilletado el cerebro de la prensa. La noticia, si no es escandalosa, no sirve. Los peruanos del interior, de todos aquellos que no viven en la metrópoli infecta y envilecida que es Lima, ¡no son seres humanos! ¡Sus derechos no tienen vigencia y son ciudadanos de tercera, cuarta o quinta clase! ¡Qué desverguenza!



(Gracias al Morsa por el dato, visiten su blog)

1 comentario:

Administrador dijo...
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