Ayer, Silvio Rendón publicó un interesante post en Gran Combo Club sobre el Che Guevara. La cuestión es bastante polémica. Silvio -creo entender- argumenta que el omnipresente culto a la imagen de Guevara en la juventud progresista peruana es un aliciente a la violencia, o por lo menos a la permisividad frente a ésta. Argumenta que el mito no se corresponde con la persona real y propone desmitificarlo (o deconstruir el mito).
Primero que nada, hay que tomar posición frente a la violencia y el asesinato. No importa cuánto haya podido apreciar y aprecie aún los logros de la Revolución Cubana o del propio Che. No estoy de acuerdo con la pena de muerte ni menos con los juicios sumarios o ejecuciones extrajudiciales. Y, en un nivel más profundo, no estoy de acuerdo con la lógica de que esto se justifica por llegar a un objetivo superior. En la "realidad real", creo que el Che Guevara es una persona que debería responder moral y jurídicamente por una serie de crímenes.
Ahora, creo que es un error hacer como si mito fuera equivalente a mentira. No lo es. Los mitos tienen su propia realidad, no tienen por qué ser idénticos a la realidad real, pero sí le dan forma a ésta, y los necesitamos para existir. El mito del Che, como cualquier otro mito, no es malo en sí mismo. No es un mito que nos diga que está bien ejecutar a la gente o dirigir mal un Banco Nacional. Es un mito que habla de tener ideales, de luchar por ellos, de la solidaridad, el desprendimiento, etc.
Que la persona histórica no estuviera a la altura no deslegitima el mito, pues este tiene vida propia. Cuando admiramos a Gandhi, o a San Martin, o a Pachacutec, ¿acaso admiramos a estas personas que no conocimos y no sabemos cómo eran? Lo que buscamos son valores que ciertos actos de sus vidas representan para nosotros. Creo que debemos ser capaces de separar ambas cosas y no asumir que cuando admiramos a un mito debemos hacer todo lo que hizo la persona histórica.
Distinta es la cuestión en Cuba o en EEUU, donde este mito es concientemente manipulado por el poder político. (Ojo: el video que linkea Silvio en su post es purita propaganda anticastrista, bastante desagradable en general).
En fin, estoy bastante de acuerdo con la idea de repensar tanto el personaje histórico como el mito del Che siendo concientes del significado de cada uno.
miércoles, enero 17, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
Hola Litio,
Bienvenidas las discrepancias y con ver el tema desde varios puntos de vista. Sólo te comentaría que ser anticastrista no es ser "anticubano". Tampoco es que tengan que recurrir a la mera propaganda, pues tienen evidencias que presentar. Creo que es malo desacreditar lo que tengan que decir. Recordemos cuando los (pro)soviéticos desacreditaban como calumnias y propaganda las denuncias sobre el Gulag. Finalmente, quienes tuvieron toda la razon fueron los denunciantes.
Saludos,
Sílvio
PS. He puesto un enlace a tu post en el mío.
Gracias por el enlace. Tienes razón en que uso mal la palabra "anticubano". Por otro lado, la tendenciosidad del reportaje es notoria, y me da la impresión de que la mayor parte de lo presentado no son evidencias sino datos descontextualizados y especulaciones. Mejor sería presentar los dos lados de la historia, pero igual creo que eso al final lo armará cada uno en su cabeza. Saludos
no es bueno que la gente viva pensando en seres miticos, personas mas bien mundanas y llenas de aspectos negativos que la gente terminara imitando porque en el mito todo el pack aparece como digno de los seres semidivinos, es mejor todo tomarlo con pinzas
Hola Litio,
Por eso he incluído el enlace Juicios en Cuba luego de la victoria rebelde, que es la versión oficial sobre los juicios y ejecuciones en Cuba.
Saludos,
Sílvio
Publicar un comentario